El desarrollo social es la capacidad de comportarnos en función de las
normas sociales establecidas por un grupo sociocultural en un contexto determinado.
En este sentido,la socialización comprende
tres procesos: La conducta adecuada
que significa que la niña y el niño saben cuál es el
comportamiento que aprueba su grupo social y ajustan su conducta a
esas normas.
La representación de papeles sociales, establecidos y aceptados por el
grupo, en relación con el género y con las áreas de la conducta, por
ejemplo, hay un rol para la madre, otro para el hijo, otro para el maestro,
etc.
El desarrollo de actitudes sociales favorables hacia las personas y hacia las actividades sociales. Una persona sociable demuestra su calidad de
tal en su comportamiento amable y amistoso con las personas con
quienes interactúa.
A partir de este marco, se reconoce que el proceso de socialización de la
niña y el niño se inicia en la familia. Este grupo constituye su primer refe-
rente social y tiene la responsabilidad de transmitirles el bagaje de la cultura
con la finalidad de prepararlos para su vida adulta.
Las formas en que se transfieren las conductas del adulto a la nueva
generación, se basan en la imitación, la enseñanza formal de algunas con-
ductas y los premios y castigos destinados a reforzar o extinguir determinados comportamientos.
normas sociales establecidas por un grupo sociocultural en un contexto determinado.
En este sentido,la socialización comprende
tres procesos: La conducta adecuada
que significa que la niña y el niño saben cuál es el
comportamiento que aprueba su grupo social y ajustan su conducta a
esas normas.
La representación de papeles sociales, establecidos y aceptados por el
grupo, en relación con el género y con las áreas de la conducta, por
ejemplo, hay un rol para la madre, otro para el hijo, otro para el maestro,
etc.
El desarrollo de actitudes sociales favorables hacia las personas y hacia las actividades sociales. Una persona sociable demuestra su calidad de
tal en su comportamiento amable y amistoso con las personas con
quienes interactúa.
A partir de este marco, se reconoce que el proceso de socialización de la
niña y el niño se inicia en la familia. Este grupo constituye su primer refe-
rente social y tiene la responsabilidad de transmitirles el bagaje de la cultura
con la finalidad de prepararlos para su vida adulta.
Las formas en que se transfieren las conductas del adulto a la nueva
generación, se basan en la imitación, la enseñanza formal de algunas con-
ductas y los premios y castigos destinados a reforzar o extinguir determinados comportamientos.
El segundo ámbito importante para el desarrollo social es la escuela, y en el caso de los niños menores de seis años, el CEI. En este sentido, sabemos que nuestros alumnos ya han realizado aprendizajes sociales en su familia y la comunidad y que debemos, en ese sentido, tener una actitud de aceptación y de respeto hacia ellos como punto de partida
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